Los riesgos que nadie menciona de diciembre

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Aunque diciembre suele asociarse con reuniones familiares y celebraciones, también es un periodo en el que aumentan las atenciones médicas en Ecuador. Según los reportes oficiales del sistema nacional de emergencias, en el último diciembre se gestionaron casi 300 mil alertas en todo el país, una cifra que refleja el incremento de incidentes propios de esta temporada. De ese total, una fracción importante estuvo relacionada con situaciones de salud, que incluyen malestares digestivos, cuadros respiratorios, intoxicaciones y accidentes.

Solo durante los días 24 y 25 de diciembre, el ECU-911 recibió más de 19 mil notificaciones por distintos tipos de emergencias, lo que muestra que el ritmo festivo del mes viene acompañado de un aumento en incidentes que pueden afectar el bienestar de las familias.

Este incremento coincide con factores como el consumo desmedido de alimentos, el uso de bebidas de origen dudoso, cambios drásticos en la rutina y el aumento de circulación de virus respiratorios. Frente a este panorama, Clínica Internacional presenta una guía práctica para ayudar a la ciudadanía a disfrutar las festividades sin comprometer su bienestar.

Fiestas, comida y malestares: un cóctel clásico de diciembre

Durante las últimas semanas del año, las consultas por problemas digestivos suelen incrementar. La combinación de cenas abundantes, recetas tradicionales ricas en grasas y azúcar, y múltiples reuniones en un mismo día genera un escenario propicio para indigestiones y gastritis.

“En esta época vemos más casos de irritación estomacal y molestias digestivas. Muchas veces no se deben a enfermedades, sino a hábitos propios de la celebración que se pueden prevenir fácilmente”, explica la Dra. Paulina Gerka, especialista en medicina interna de Clínica Internacional

Entre las recomendaciones principales están moderar las porciones, evitar alimentos que hayan permanecido demasiado tiempo a temperatura ambiente y acompañar las comidas con agua y vegetales para equilibrar la digestión.

Intoxicaciones y alcohol adulterado: un riesgo silencioso

Aunque las intoxicaciones no son un tema nuevo en el país, diciembre tiende a aumentar su incidencia. Desde alimentos mal manipulados hasta bebidas sin registro sanitario, las emergencias por envenenamiento o malestar severo suelen aparecer con más frecuencia durante este periodo.

Expertos señalan que es fundamental adquirir bebidas únicamente en lugares autorizados, evitar preparaciones caseras de dudosa procedencia y desechar cualquier alimento cuyo olor, color o sabor genere sospecha.

Virus y defensas debilitadas: la otra cara del clima festivo

Las reuniones masivas, los cambios de temperatura y el ritmo acelerado propio de fin de año debilitan el sistema inmune. Esto favorece la aparición de gripes, cuadros respiratorios y otras infecciones virales.

Para reducir el riesgo, los especialistas recomiendan mantener una alimentación rica en vitaminas, hidratarse adecuadamente, descansar lo necesario y reforzar las medidas básicas de higiene, como el lavado frecuente de manos.

Más desplazamientos, más accidentes de tránsito

El aumento del tráfico y la combinación de celebraciones con bebidas alcohólicas incrementan los siniestros viales en diciembre. Autoridades han insistido en que el consumo responsable y la planificación de rutas son claves para evitar emergencias que pueden resultar fatales.

Clínica Internacional recuerda que si una persona va a beber, debe abstenerse por completo de conducir y optar por transporte seguro o conductores designados.

El estrés de fin de año también pasa factura.

Además de los riesgos físicos, diciembre suele demandar más emocionalmente: compromisos familiares, cierre de metas, gastos extras y cambios en la rutina pueden generar ansiedad, irritabilidad o insomnio.

“Es importante reconocer que el bienestar emocional también es salud. Pausar, descansar y buscar apoyo cuando sea necesario puede prevenir crisis que se agravan durante estas fechas”, añade la médico internista de Clínica Internacional.

Las festividades son una oportunidad para compartir, pero también un recordatorio de que pequeñas decisiones pueden evitar grandes emergencias. Mantener hábitos responsables —como moderar el consumo de comida y alcohol, manipular adecuadamente los alimentos, tomar precauciones al conducir y cuidar el bienestar emocional— permite disfrutar la temporada sin contratiempos.

“La clave está en escuchar al cuerpo y actuar a tiempo. Si una molestia se vuelve intensa o persistente, buscar atención médica inmediata puede marcar la diferencia entre una recuperación sencilla y una complicación mayor”, señala Gerka

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